lunes, 9 de diciembre de 2013

Escrito por elmundoylakarmela 08-08-2013 en GeneralComentarios (1)
29 
29 añazos y en Madagascar. Nunca pensé que llegaría tan lejos. Me levanto a las 6 de la mañana y miles de niños me rodean. Estoy soltera, no tengo hijos y ando lejos de casa, trabajando por la naturaleza y por construir un mundo con más posibilidades para todos. No tengo casa y cada vez salgo más del sistema que me tocó vivir. Vivo en un eterno campamento, al menos por un año. Poseo pocas cosas, cosas que caben en una mochila, pero a mis 29 años, tengo mil recuerdos, mil historias que contar. ¿Se puede ser más rica? Lo dudo.

Soy feliz, porque cada día es una aventura, porque la alegría que respiro es infinita. El secreto: disfrutar de todo, valorar lo bueno que tengo, y dar poca importancia a esas cosas que echo de menos y a las cosas que no me gustan. La familia y los amigos, la gente que me quiere, se que están ahí, que puedo contar con ellos cuando los necesite. No le pido más a la vida, porque ella me lo está dando todo.
Veo amanecer casi cada día, en un bosque de Baobabs. Veo atardecer en el mar. Me siento ciudadana del mundo y el sol me da energía cada día; para estar agusto conmigo, para tomar decisiones que me hacen cuestionarme cada día todo, que me hacen aprender.


29 años y sigo teniedo la sed de aprendizaje de los niños. 29 años y me siento niña. ¡Qué vengan muchos más años así!

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