Nova Terra
Nova
Terra
Conocí un lugar en la selva, donde las horas las marcaba el sol.
Donde se hacía ceviche de flores y caminar era una aventura llena de
sorpresas.
Conocí un lugar en la selva, Nova Terra se llamaba, donde la nación
era el mundo, y un hada madrina correteaba.
Un reino con muchas princesas, con un sabio venido de otras tierras,
gobernando un centro de luz, que al visitante y al habitante
iluminaba.
Conocí un lugar en la selva, donde un mundo cambiado y más lindo se
respiraba; agua, frutos y alegría en abundancia, nunca faltaban.
En ese lugar recibí la luna llena, tan llena de magia, tan repleta
de amor, que a los músicos (y la música) inspiraba.
Un duende apereció en la noche, recordándome a otros duendes que en
Lima me acompañaban. Tan agusto me encontré en este hogar, que mi
corazón decía que en la selva se quedaba.
Aprendí mucho, disfruté más. Mi alma de niña se iluminaba. Y
junto a la luna, la tierra y el río, mi cuerpo se renovaba.
Pero como toda realidad, había un dolorcito que me molestaba;
zancudos, moscas y mosquitos, picaban, picaban y picaban.
Despertarse con el sol; beber y bañarse en el río; comer de los
árboles y conversar con los nuevos amigos.
Conocí un lugar en la selva, "Terra Nova", pronosticaba.
Gran lugar, para este gran cambio que llega. Buena vibra, mucha luz y
mucha fuerza para animarnos, en estos tiempos que nos llegan, donde
la energía nos alumbrará caminando....
(dedicado a Andreu y su gran familia de Terra Nova, a Conchi,
Martín y Apo, por hacer de mi viaje un paseo interior y exterior muy
interesante...)
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