de México y de Galeano
De México y de Galeano
Hoy
voy a hablarles (como veis ya me voy aclimatando a México) de dos
cositas. La primera, contar un poco de mi aventura por acá. La
segunda, contar un poco de esa aventura literaria que es Galeano.
Pues
bien, ya llevo dos semanas en México, y me ha dado tiempo a
descubrir algunas cosas diferentes. Algo que me resulta curioso, es
que venden Tabaco en las farmacias!!! Si señor!! Aunque después,
intentando encontrar una explicación, pensé que el tabaco es una
droga, y en las farmacias lo que se vende son drogas (para que no
suene tan mal medicamentos), por tanto, no es tan ilógico que vendan
tabaco en las farmacias. Aunque también se supone que las drogas que
venden en las farmacias son para curar algo, y eh aquí mi pregunta
¿qué mal cura el tabaco? Aún no he resuelto esta cuestión.
No
puedo pasar sin hablar del tráfico. Creo que es lo único que de
verdad no me gusta hasta ahora. Por eso estoy pensando hacerme con
una bici. Para los preocupados en mi seguridad, no se preocupen.
Tengo mucho miedo a los coches así que iré por la acera. Además
estoy totalmente convencida de que ganaré mucho tiempo si consigo
una bici.
Sigo
descubriendo palabras, como por ejemplo, aquí también se usa atorar
(como en Extremadura!!), o la gente normalmente siente, en vez de
creer... ah, y no se porqué pero no puedo parar de decir coger, con
lo que me paso medio día colorada como un tomate, y la gente se ríe
(por lo bajito) de mí. Es lo que tiene el idioma en sus distintas
versiones. También he de decir que me siento maleducada, porque aquí
todo el mundo te saluda con mucho respeto y formalidad. Cada vez que
ves a alguien, le das la mano, un beso, y si se tercia, un abrazo
también. Y casi todo el mundo te dice su nombre completo. Y yo...
bueno, ya sabéis lo mal que se me dan las formalidades, así que a
veces me siento incómoda, porque no se si dar un beso, dos, un
abrazo, la mano o qué? Me lio mucho con esto.
Y
ahora os hablo de Eduardo Galeano. Me he traído pocos libros a
México, pero entre ellos “Patas Arriba: la escuela del mundo al
revés”. Me lo regaló mi hermano Alf hace ya varios años, y
confieso que no me lo terminé de leer. Qué grave error, y qué gran
acierto traer este libro a México. Fue escrito en 1998, pero no
pierde la vigencia. Para mí, es inspirador. Él dice muchas de las
cosas que yo he pensado y pienso a veces y no se como expresar. Y él
lo expresa lindísimo. Acabé de leerlo hoy, y he llorado. Un poco
porque acababa de hablar con mi sobrina, un poco por ese gran final.
Emocionante, esperanzador, motivante. Lo tiene todo. Podría
transcribir medio libro, casi cada frase me sirvió para reflexionar,
pero solo pondré lo siguiente:
“¿Qué
tal si empezamos a ejercer el jamás proclamado derecho
de soñar?
¿Qué tal si deliramos, por un ratito? Vamos a clavar los ojos más
allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible:
(…)
en las calles, los automóviles serán aplastados por los perros;
(…)
el televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia,
y será tratado como la plancha o el lavarropas;
la
gente trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar;
se
incorporará a los códigos penales el delito de estupidez, que
cometen quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por
vivir nomás, como canta el pájaro sin saber que canta y como juega
el niño sin saber que juega;
en
ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a cumplir el
servicio militar, sino los que quieran cumplirlo;
los
economistas no llamarán nivel de vida al nivel de
consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad
de cosas;
(...)la
solemnidad se dejará de creer que es una virtud, y nadie tomará en
serio a nadie que no sea capaz de tomarse el pelo;
nadie
será considerado héroe ni tonto por hacer lo que cree justo en
lugar de hacer lo que más le conviene;
(…)
nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión;
(…)
la justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir
separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra
espalda;
(…)
la Santa Madre Iglesia corregirá las erratas de las tablas de
Moisés, y el sexto mandamiento ordenará festejar el cuerpo;
la
Iglesia también dictará otro mandamiento, que se le habría
olvidado a Dios: “Amarás a la naturaleza, de la que formas parte”
serán
reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma;
(…)
seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan
voluntad de justicia y voluntad de belleza, hayan nacido donde hayan
nacido y hayan vivido cuando hayan vivido, sin que importen ni un
poquito las fronteras del mapa o del tiempo;
la
perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses;
pero en este mundo chambón y jodido, cada noche será vivida como si
fuera la última y cada día como si fuera el primero.”
¿Qué
puedo decir? Sonreir y saber que nuestro otro mundo sí es posible.
Derecho
a la locura me doy!!!
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