Despedida del Piccolo 2.0
Despedida del Piccolo 2.0
Hace ya casi un año que mi hermano Chuso y yo decidimos montar
sociedad y hacer nuestro un bar mítico de Baños y tan querido como
es el Piccolo (Para nosotros, Piccolo 2.0). Sin experiencia ninguna
en hostelería (hablo por mí) decidimos infiltrarnos en la profesión
nada más y nada menos que aquí, donde casi todo el mundo se dedica
a ella.
Con vergüenza, tiraba las primeras cañas, porque me sentía
evaluada por aquellas personas que siempre me habían puesto tan bien
las cañas a mí. Pero poco a poco me fui haciendo con la barra,
hasta llegar a hoy que, aunque cometo mil y un fallos, ya tengo más
soltura en esto y soy capaz de aguantar, eso si con un poco de ayuda,
unos San Ramones con salida de la charanga incluida, más campeonatos
varios de cartas, más bocadillos, etc... vamos, toda una maratón
hostelera para mí, a la que esta profesión le parece tan difícil.
Y los dos no queríamos dejar este proyecto sin dar las gracias
públicamente a todas esas personas que me han hecho pasar tan buenos
momentos dentro de este, nuestro Piccolo 2.0.
Gracias a mi familia, mis padres a la cabeza, que aunque no les
hiciera mucha gracia la idea de que sus hijos tuvieran un bar de
noche, han estado en todas, apoyándonos y ayudándonos en cualquier
momento.
Gracias a la clientela fija, como todos los Pozas, Mónica, Ana,
Jonás, los Boikot, Javier y Carlos Yubero, Feli,.. etc (seguro no he
nombrado a algunos) porque sin vosotros, claro está, tener un bar no
es posible.
Gracias especialmente a los que fueron más allá, y de clientes
pasaron a ser amigos, porque cuando necesitabas una mano, ellos la
ofrecieron antes incluso de pedirla.
Como Germán...gracias por los innumerables favores que nos has
hecho, desde la varilla del baño (ese fue de los primeros) hasta las
sillas para los campeonatos de cartas. O Javi, que no dudó en
meterse dentro de la barra a echarme una mano en mis comienzos como
camarera, cuando todo esto me parecía un mundo imposible.
Gracias a Carlos Pradera, por estar siempre dispuesto a montar un
sarao, como aquel día que hicimos calbotá, y por la compañía, la
ayuda siempre, y la charla en momentos en los que las horas del bar
se me hacían eternas.
Gracias a Felipe, por prestarnos tantas cosas y por hacernos pasar
unas buenas tardes.
Gracias a Peloto y a Fiss, (casi pareja de hecho este verano) por el
compañerismo y las ganas de hacer que Baños sea un pueblo joven,
con vida, razón principal por la que yo me lancé a la aventura del
Piccolo 2.0.
Gracias a Elsa y al Gordo, por hacer tan fácil el traspaso de
poderes, y por prestarnos tantas cosas necesarias para empezar a
funcionar.
Gracias a Jaime, por jubilar antes de tiempo la máquina de hielo, y
dejarla aparcada en el Piccolo, sin intención de recuperarla, al
menos de momento...
Gracias a Alf, por ejercer de camarero cuando se le pidió y
responder con esa alegría y soltura con la que hace todo. Y a Jose,
por lo mismo, y prestarnos la cochera cuando la necesitamos.
Gracias a la Bego, el Vaz, la Ele o Lukas, por limpiar el
Piccolo conmigo, para disfrutar más de su estancia en Baños.
Gracias a Dani, por ser el mejor DJ que ha tenido el Piccolo, y al
Marquino, por decorarnos con tanto arte y tanta ternura esta casa.
Gracias al Rolo, por el vehículo oficial del Piccolo 2.0, por hacer
de asesor económico, y por organizar y participar en los torneos que
hemos tenido. Y a Mamen, por prestarnos la Rana.
Y bueno...después de dar las gracias, solo nos queda despedirnos.
Cuando abrimos, oí a mi padre decir que no aguantaría un año
aquí... no se confundió. A mis pies les queda mucho que recorrer y
la barra del Piccolo 2.0 se me queda un poco pequeña. Los momentos
vividos aquí han sido muy especiales e intensos, y aunque la
estancia ha sido breve, creo que hemos trabajado mucho, para que
fuera lo más dinámica posible. Atrás quedan algunos campeonatos,
ferias de la tapa, algunas fiestas y algún que otro ciclo de cine,
que no fue muy popular...
Me da tremenda pena que las opciones de la noche de Baños se
reduzcan, y más pena me da que este bar, para mí uno de los bares
con más personalidad del pueblo desde siempre, se cierre. Me
encantaría que alguien cogiera el testigo. Han sido muchos los
buenos momentos vividos aquí dentro y fuera de la barra, y me
gustaría poder seguir viviéndolos.
Espero que hayan disfrutado ustedes tanto como he disfrutado yo.
Gracias por venir y a seguir divirtiéndose..
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