Hablando de Soñar...
Hablando de soñar...
Hablando de la locura, de soñar, de nuestro derecho al delirio...
Hoy he entrado en una casa, cual reportera de "callejeros",
en todo el Centro de Toluca. Es en Colón, en una zona de casas
señoriales, que en tiempos, y creo que ahora también, debían de
vivir gente de mucho, mucho dinero. No en vano, en frente de la casa
en la que yo entré, vive el Gobernador del Estado.
Lejos de encontrarme en el Bakinham Palace, me adentré por un jardín
bastante ruinoso, y según avanzaba hacia el fondo, la basura y el
desorden se apoderaban del espacio de manera insospechada (digo
insospechada, porque nadie se imaginaría que lo que parecía una
lujosa casa, realmente era casi un basurero).
A la entrada nos recibieron tres perros, pero más adelante, detrás
de una verja de hierro, se amontonaban al menos 20 perros más,
dándonos la bienvenida con sus ladridos. Encima de la verja, colgada
en una bolsa de plástico, se encontraba, sangrante y maloliente,
aproximadamente 1 Kg de carne. Carlos nos animó para que nos
asomáramos entre las rejas. No vi a nadie. Tan solo muchos perros,
mucha suciedad, mucho desorden. Salimos de allí por el mismo sitio
que habíamos entrado.
Antes de entrar Carlos ya nos dijo: "Van a ver algo
sorprendente". A la salida, la pregunta era clara: ¿Quién vive
en tan malas condiciones, aquí, en todo el centro de la ciudad?
Él nos platicó una historia que me hizo pensar... Allí vive un
médico, que tiempo atrás él conoció. El médico hablaba de
CAMBIAR EL MUNDO, y según decía, es una persona con mucha cultura.
Hablaba de autores e ideas que hacían pensar en qué un mundo mejor
era posible y necesario, pero que él ya había perdido toda
esperanza. La casa era de sus papás, y cuando éstos murieron, él y
su hermano tuvieron problemas con la herencia, cosa que, según
Carlos, era la causa de que él, en parte, ya no quisiera saber mucho
más del mundo, se abandonara de esa manera.
Y esto me da que pensar... no es el primer caso de personas con
ideas, iniciativas y ganas de hacer, a la que le ocurre esto o
algo parecido. A mí me tocó otro caso de cerca. Y pienso en
mí, en mi futuro, en que cuanto más me adentro en el mundo, menos
esperanza veo. Y me veo dentro de 15 años como la loca de los gatos
de los Simpsons, despelujada y entre basura.
Creo que jamás hasta hoy, reparé en la importancia de la
limpieza y el orden para la cordura. Los que me conocéis sabréis
que no soy una persona especialmente ordenada, yo diría que más
bien soy muy desordenada. Pero siempre viví feliz en mi desorden,
nunca me importó. Después de esta tarde, y sin conocer al médico,
me pregunto si él puede ser feliz ahí. Y mi respuesta inmediata es
un no. Algo no va bien en su mente para haberse abandonado así. O
algo no está bien en el mundo para dejar fuera de la
sociedad esa mente brillante.
Yo quiero soñar con un mundo más posible, quiero trabajar por un
mundo más habitable, pero no quiero acabar abatida, derrotada, y
hundida literalmente en la mierda como este señor.
Mi locura, y el Derecho a Soñar de Galeano están bien, pero no
puedo dejar que me despeguen de la realidad. Y para ello he de
recurrir al optimismo, porque sin la alegría, sin esforzarme cada
día en tener momentos de felicidad, la realidad me absorbería hasta
la derrota. Y yo quiero salir victoriosa de esta vida.
Si soy incapaz de ser ordenada, intentaré que alguien ordene mis
cosas por mí. Pero por favor, no permitan que me abandone.
La vida es maravillosa, el mundo también, pero sería impresionante
si personas como esta nunca perdieran la esperanza y lucharan por el
mundo en el que creen.
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