"Siento
que ya no sos aquella arma que podía hacerme daño.
Ahora te convertiste en el objeto inútil ubicado en la vitrina de mis recuerdos."
Regina Laje
Ahora te convertiste en el objeto inútil ubicado en la vitrina de mis recuerdos."
Regina Laje
Cerrando
heridas, cambiando de actitud...
Ya no pido la paz mundial; hoy reclamo la justicia mundial. La paz
que nos venden es la de “arriba los que mandan y los demás
calladitos” y yo me temo que estoy “Abajo y a la Izquierda”,
como el EZLN. Desgraciada y afortunadamente, cada vez más abajo y
más a la izquierda. Por eso aprendo a luchar, aún sabiendo que la
derrota en la gran guerra está prácticamente asegurada. Me
satisface ganar pequeñas batallas (como la reciente de la Brecha ;),
o la que ganaremos (pongo todo mi corazón en ello), Pauli y Jose,
Fuerza!!!)
Nací donde nací, y aún no conozco el hambre en primera persona, y
agradezco la lucha diaria de los que me precedieron, para que yo sea
quien soy, y esté donde estoy. Pero cada vez percibo el mundo con
más enemigos, y aunque se que la verdadera lucha está en mi
interior, no puedo obviar que los oscuro, lo malo de algunas personas
cada vez es más más negro y más evidente.
Por eso cambio de actitud, cambio de visión.
Gano pequeñas batallas demostrando que otra realidad es posible.
Gano pequeñas batallas acercándome (por fín, ya era hora) con
gusto, satisfacción y ganas a una vida rural y pegada al mundo
natural del que nunca la humanidad se debería de haber olvidado.
Gano pequeñas batallas des-consumiendo, reutilizando,
desprendiéndome de objetos inútiles que jamás podrán llegar a ser
ni siquiera sucedáneo de la Felicidad y la Alegría con mayúsculas.
Lo se porque he conocido ambas cosas.
Gano pequeñas batallas plantando cara o alejando de mi a personas
que me causaron (y me causan) dolor. Cuando una sabe que plantó todo
el amor que había en su ser, y este amor no creció, no tiene
sentido seguir sembrando en tierra baldía.
Gano autobatallas y autoluchas, cuando trabajo para olvidar sueños
perdidos, sueños rotos. Porque lo que soñé ayer, a menudo se aleja
de la realidad de hoy. Y quiero seguir soñando... quiero vivir
soñando. Cuanto más sueñe, más fácil es que haga realidad el
mejor sueño de todos: vivir con Alegría, Amor y Dignidad.
El 2012, al que aún no le dediqué palabras, me ha dado lucha,
coraje y realidad de la mala a puñados. Pero también me regaló la
admiración y el amor, de familiares, amigas, amigos y ya no tan
amigos. Y aunque mi vida se aleje considerablemente de muchos sueños
en común fallidos, ahora vivo y lucho otros sueños, que compartiré
codo a codo, con quien dignamente quiera. Desde abajo, y a la
izquierda, por supuesto.
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