Karmela, la vida es maravillosa
Si me fuera a morir mañana
Si
me fuera a morir mañana
Si me fuera a morir mañana... no pasaría nada.
Reí hasta dolerme la tripa.
Lloré con pasión, y supe disfrutar de la calma del después.
Amé, como si la vida de mi amado, fuera la mía propia.
Viajé, abriendo los ojos a rostros nuevos, paisajes nuevos,
sensaciones nuevas.
Leí, emocionándome con el final de ese libro tan inspirador.
Disfruté de mis amigos y mi familia, sobretodo en los buenos
momentos, aunque en los malos, también me recordaron que están ahí.
Comí manjares exquisitos, de un euro o de cincuenta, el precio nunca
fue mi premisa para valorar algo.
Dormí al aire libre, en el tren, en el bus, en tienda de campaña,
en albergues, en literas, en hostales y en hoteles de variadas
estrellas.
Canté hasta quedarme ronca, bailé hasta tener ampollas en los pies,
subí montañas, sobrevolé mares, nadé en ríos y respiré aire
limpio (aunque también contaminado).
Trabajé duro para conseguir lo que deseaba, y cuando algo no me
salió bien, seguí y seguí, con más fuerza cada vez que me
levantaba.
Idealicé la felicidad de los demás, asumiendo que si ellos no son
felices, yo no podría serlo nunca.
Por eso, si me fuera a morir mañana... no pasaría nada.
Pero si no me muero mañana...
Reiré cada vez con más ganas.
Lloraré cada vez con más pasión, pero derramando las lágrimas
justas, sabiendo que no nací para estar triste.
Amaré, intentando tener presente que la pureza del amor pasa por ser
incondicional.
Viajaré, todo lo que pueda y más, convencida de que el conocimiento
se genera viviendo nuevas experiencias.
Leeré, siempre con mente crítica y corazón dispuesto.
Cuidaré más de mis amigos y mi familia, sabiendo que esa, es una
tarea pendiente que nunca termina.
Comeré, recordando lo afortunada que soy, por poder disfrutar de un
buen bocado.
Caeré dormida en cualquier lugar, satisfecha del día vencido.
Cantaré y bailaré despeinada; me esforzaré por mantener cercana la
Madre Tierra, superando los retos que ella nos impone.
Y trabajaré... por supuesto que trabajaré. Por un mundo con
oportunidades, con felicidad y alegría... por un mundo menos gris.
Vida solo hay una, y yo no aposté por ella para perder. Pero si la
hora de perder me sorprendiese, espero poder decir en ese momento:
VIVÍ todo lo que he vivido.
Karmela, la vida es maravillosa
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