el viaje
DURANTE LAS 12 HORAS DE VUELO MÁS EXTRAÑAS DE MI VIDA (hasta ahora)
Pues va a ser verdad que me voy a México. Ni yo me lo creo aún. La
verdad es que he hecho tantas tentativas sin éxito de trabajar en el
extranjero-sur, que me ha costado ser consciente de que voy a estar 6
meses fuera de casa... De vez en cuando, me viene un escalofrío, que
más que un escalofrío es como un “encogimiento de estómago”,
no se si sabéis lo que os digo... pensando en pequeños problemas en
mi casa o con mi vida y de repente, puff!! se encoje el estómago y
pienso: Qué mas da!! Hasta dentro de 6 meses esto no tendrá
importancia, y quizá no lo tenga ya nunca.
Lo cierto es que me empeño en pensar que todo va a salir rodado y va
a ser fácil, pero lo hago para prepararme para cuando no sea así, y
os eche de menos. Para cuando me sienta fuera de lugar y me encuentre
sola... Aunque todo vaya bien, aunque haga muchos amigos (o conozca
gente, como dice Jonás), y la mayoría del tiempo me sienta como en
casa, esos momentos existirán y tengo que estar preparada.
Bueno, supongo que todos los cambios, conllevan eso, cambios. Yo he
dejado mi pequeño mundo, cómodo y fácil, mi CASA, para enfrentarme
en solitario a un mundo que conozco solo de oídas, de películas, de
periódicos y de historias. ¿Por qué? Esa es una pregunta difícil.
No se si para tener perspectiva sobre lo que ya pienso del sistema en
el que estamos todos metidos, y confirmar mis sospechas. No se si por
darme el gusto de sentirme bien conmigo misma, y creer que trabajo
por cambiar el mundo, y que estoy dispuesta a sacrificar mi vida
feliz con mi familia y mis amigos, por una vida lejos, y
probablemente menos cómoda material y emocionalmente hablando. La
verdad es que no lo se...
Lo que si que tengo claro es que en México sentiré distinto. Como
escribí en Islandia, allí me enarmoré de la Tierra, porque es
imposible no sentirse pequeño con las grandezas naturales que allí
existen, y a América Latina (en su día escribí Cuba, pero creo que
se hace extensible a muchos países que tienen más hambre que
tecnología) vengo a enamorarme de la grandeza de la PERSONA, a
conocer lo humano del mundo. Vengo a oirme pensar, a sacar en claro
que es justo y que no, a confirmarme que merece la pena luchar por
algo, aunque en la lucha deje un poquito de felicidad por el camino,
y gane impotencia. Y si me preguntáis si seré más feliz en México,
probablemente no, puesto que tendré a mucha gente a la que quiero
muy lejos, pero estaré más viva, más despierta, con más ganas y
con más fuerza para dedicar mi vida a construir un mundo sino mejor,
al menos más justo.
Quizá podría hacer lo mismo desde casa. Seguro que al ladito de mi
puerta hay millones de cosas por las que luchar. Pero en casa es
mucho más fácil cerrar los ojos... o no querer ver, o ni siquiera
saber ver..., y quedarme sentada en el sofá viendo la tele. Desde
México miraré con los ojos de la perspectiva, de lo extraño.
Así que con ganas, ánimo, fuerza y SOLITA (que esto si que es un
paso de gigante para mí), me embarco en esta aventura dispuesta a
salir victoriosa. Para algunos esta hazaña os resultará exagerada,
porque vivís con ello todos los días, para otros casi como una
locura que jamás haríais. Y para mí es lo que es. Aquí estoy,
dispuesta a todo lo que me espera.
Sin olvidar ser Yo, con mi sonrisa de salto constante(eh, Vaz??)
Karmela, la vida es maravillosa
(y no puedo permitirme desperdiciarla viéndola pasar por alguna
pantalla)
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