Escríbeme cuando llegues o reencontrándome con mi espíritu
Escríbeme
cuando llegues o reencontrándome con mi espíritu
6.00 a.m. Otra vez en pie. Me despierto con miles de picaduras de
mosquito y con la noticia de que la persona que nos viene a ayudar en
la cocina no llegó. Si queremos tener a las 9 el desayuno hay que
ponerse en marcha ya. Me ducho y me dispongo a hacer el fuego. Mis
años de scouts y fuegos de campamento no sirven de nada frente a
gente que debe encender cada día el fuego para comer. Conclusión:
me encienden el fuego. A partir de ahora, un día que prometía
tranquilo puesto que no venía el tren, se convierte en un "no
parar", de la cocina a la oficina. El desayuno es un caos. El
cocinero llega borracho (son fiestas de Ixtepec), con lo que le
mandamos para casa, y ya nos las apañamos nosotros. Además llega un
montón de verdura que hay que seleccionar y básicamente el día
pasa entre fuegos, cuchillos y computadora. Eso sí, como hay pocos
migrantes, tuve la oportunidad de entablar conversación y amistad
con algunos. Las dos chicas, me van a escribir cuando lleguen a
México D.F. Se irán esta noche, solas, porque el tío de Caro les
ha dejado tiradas:él quiere ir más rápido, porque va a Estados
Unidos.
A la 1 es la celebración. Lo llamo celebración porque esto se
parece poco a las misas que yo conozco. El padre pone en su boca
miles de pensamientos que yo tengo sobre la espiritualidad, la fe, la
mujer dentro de las religiones, los niños....Escucharle a veces me
resulta como escucharme, pero mejor dicho y en mexicano. Habla mucho
de Dios y de Jesús, pero no desde la perspectiva que estoy
acostubrada. Habla también de Gandhi o del Che, y de la Iglesia, y
de la celebración para todos, da igual que seas cristiano,
evangelista o no tengas dios. De ayudar a los semejantes, de
desterrar el culto al dinero. De que el Dios que castiga no se
encuentra en Ixtepec. Del derecho de la mujer a divorciarse de un mal
marido. Y de que las cosas hay que conseguirlas, trabajar para ello,
no solo intentarlas. Si la iglesia fuera un poco más como él, la
gente como yo, con espíritu de construir un mundo mejor y con poco
apego a la iglesia del Vaticano, iría mucho más a misa. La
celebración fue un rito construido por todxs, donde podías
intervenir y compartir aquello que quisieras. Tiene su aspecto de
misa, con la comunión y los cánticos de las monjas. Pero el
contenido, la dinámica...todo habla de una nueva iglesia, más
cercana al espíritu, a la esencia de hacer el bien, y menos
encorsetada en normas, mandatos y penitencias. Hacía mucho tiempo
que no vivía esta sensación de haber cultivado mi espíritu al
salir de una misa. Merece la pena.
Bueno y ya voy a dormir, que hoy se fue Fátima una reunión a DF y
no volverá hasta el día 10. Pero bueno, llegaron 3 chicos de
Querétaro que también nos ayudarán. Los voluntarios vienen y van,
como en el tren, y al igual que los migrantes, todos son bien
recibidos. Mañana es duro, porque el tren llega a las 6 de la mañana
y antes, debemos tener todo listo. Caro y Chata me agregaron al
Facebook. Ellas se irán hoy a las 2 de la madrugada en el tren que
saldrá para seguir camino. Van solas; da miedo. Les dije que me
escribieran cuando llegaran.
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