Café Ronono
Café
Ronono:
La vida aqui pasa rápido y lento. Sin darme cuenta, ya llevo en
Madagascar 15 días y la verdad es que no se me han dado nada mal.
Mi estómago ya se va habituando a la comida, que viene a ser arroz
con verduras o pescado o maiz, aunque también he comido pizza y el
otro día preparé gazpacho para un montón de españoles. En la
mañana, desayuno café con boku-boku, que es algo así como un
buñuelo, pero sin nada dentro. La suciedad que hay alrededor de todo
por la arena y la falta de una red adecuada de agua, me hace pensar
que sufriré más de una diarrea por aquí. De momento, ya me he
pasado al agua de pozo potabilizada y no me va mal.
Cada día aprendo cosas nuevas, y eso me mantiene llena de energía.
Aún no tuve un día totalmente libre desde que llegué, hay muchas,
muchas cosas por hacer cada día, y al ser tan diverso y tan nuevo
para mí, el trabajo se me hace emocionante.
La fundación Bel Avenir, tiene muchos proyectos, y en todos se nota
que se ha puesto mucho mimo y amor a lo que se hacía. Uno de mis
preferidos, aparte del mío, por supuesto, es el Centro de Arte y
Música de Tulear. Os invito a que visitéis la página, o busquéis
en google la Gospel o el Bloco Malagasy para que veáis un poco qué
se hace aquí, sin apenas medios y con grandes problemas
estructurales de por medio.
Por contra estoy encantada de ver tantos niños y niñas a todas
horas. A veces, me entristece verlos en la calle, algunos con la
barriga hinchada de parásitos, pero se desprende de ellos una fuerza
y unas ganas por salir adelante, que en el momento, mi cansancio, mis
problemas, mis tristezas... se convierten en algo totalmente
secundario e irrelevante. Una auténtica demostración de la lucha
por la vida. Tienen todos mis respetos aquellos que sobreviven aqui.
Y de nuevo, lo que menos me gusta, la suciedad. Una suciedad menos
fabricada, puesto que el plástico llegó aquí hace muy poco tiempo.
Pero sí una suciedad sobre todo por el polvo del ambiente. No existe
canalización de agua y la mayoría de las casas tienen un habitáculo
de 3x4 m en el que duerme toda la familia y cocinan y hacen la vida
fuera de él. Baños, mejor ni hablamos, porque son prácticamente
inexistentes y el papel higiénico es un lujo. Yo vivo en una casa
Vasaha (que es como nos llaman a los blancos aquí) y mi casa es todo
un lujo, porque tiene water, ducha (de agua fría, por supuesto) un
armario y una cama grande. Os aseguro que cualquier albergue juvenil
de España es mas lujoso que mi casa, pero está todo nuevo,
sencillito y si aquí viviera con más, me sentiría más culpable
aún de la situación en la que viven los Gasy.
Vivir en una de las regiones más pobres del mundo te hace observar
muy de cerca la cara y la cruz del mismo. Por un lado, la mayoría:
pobre, con arroz y maiz de menú diario, con abundancia de niños y
niñas, y que trabajan desde las 4 de la mañana hasta las 9 de la
noche. Por otro lado, vasaha e hindús: pocos, ricos, con 4x4 y casas
de ladrillo. Yo aquí soy millonaria, aunque eso no te libre de poder
caer malo por la picadura de un mosquito, ya que el hospital más
cercano está a dos horas por las dunas.
Por lo demás, increible. Esto es un paraíso. Los amaneceres, en el
bosque, con los baobas y los atardeceres en la mar, con el coral (eso
si me da tiempo, claro). Ayer domingo, fui a hacer snorkel y a ver
ballenas en una piragua tradicional de un marinero llamado Joe, que
aparte de conocer mucho el mar, es amigo de Diego. El mar me produce
sensación de libertad y serenidad. Del trabajo, aparte de solucionar
los problemas diarios que conlleva trabajar casi sin luz, sin nada de
internet y sin maquinaria de ningún tipo (vamos que estoy de
campamento, pero como los de antes), voy aprendiendo ya lo que tengo
que hacer. Voy conociendome las plantas y los procesos de producción,
elaboración, recolección de semillas, viveros.... Mucho trabajo,
pero muy bonito. Además, la fundación desenterró el otro día unos
huesos de ballena que compraron en Anacao, en la playa y hoy hemos
comenzado a limpiarlos para montar el esqueleto entero para el centro
educativo.
Mi parte artística también se está explotando. Como no hay tele,
ni tengo radio, ni internet, en las noches, antes de acostarme, toco
el saxo. Ya tenemos grupo: Somos los Café Ronono!! Y nuestro nuevo
single "Mi sí es tu mí".
Muchas cosas que contar que no caben en este post, pero estoy segura
que en siguientes capítulos os enteraréis mas de mi vida.
Feliz de trabajar aquí, codo a codo con la gente de la que nadie se
acuerda, con los nadies, como diría Galeano.
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