Haciéndolo Posible
Haciéndolo Posible
Al
fin me decido a escribir después de aterrizar en España. Hasta el
moño de que la gente me “enseñe” lo que es la realidad. Tengo
26 años ya, y me creo en el derecho de opinar y de luchar por lo que
quiero que sea mi vida. Vengo de México con ilusión, con un millón
de ganas y el único deseo de trabajar por y para los demás.
Dispuesta a invertir mi tiempo, mi trabajo y el poco dinero que tengo
en conseguir mi sueño.
Y
estoy hasta el moño de que la gente piense que literalmente vivo en
los “Mundos de Yupi”. Que crean que porque no tengo un trabajo
estable, una hipoteca y mi deseo más inmediato no sea “sentar la
cabeza”, estoy poco menos que loca. Me dicen que aún no entré en
el “mundo laboral” y que ya me llegará el día en que abandone
mis sueños por malvivir en algún piso de mierda con un trabajo de
mierda. Y la verdad es que no me da la gana abandonar. Si tengo que
dormir debajo de un puente y comer todos los días de la caridad para
no venderme a esta sociedad que nos aliena, quiero hacerlo. Creen que
no conozco la vida, que es dura y que no siempre se puede hacer lo
que uno quiere. Yo ya he sufrido el rechazo, el desamor, la
desilusión, la soledad… tanto, que cada día tengo que esforzarme
por no echarme a llorar. A veces no lo consigo. También creen que no
se que en el mundo hay gente mala, y suceden cosas injustas… Es
probable que haya visto muchas más injusticias en estos últimos 6
meses, que las que muchos de ellos verán en toda su vida. Pero sigo
y quiero seguir confiando y creyendo en la gente.
Pero
me vetan, me intentan convencer, no me dejan!! No me dejan seguir con
mi ilusión de querer, siquiera, intentar cambiar lo que no me gusta.
“Porque el mundo es así, y punto, no podemos hacer nada por
cambiarlo” dicen ellos.
Estoy
hasta el moño de que la gente pretenda venderme su realidad como la
única realidad válida, simplemente porque ellos ya se dieron por
vencidos y se vendieron a este sistema. Siento decirles que su
verdad, absoluta y suprema, no es la única. Afortunadamente sigo
encontrando en libros, en internet y en otras muchas personas, esas
palabras de aliento que toda persona que lucha por romper la norma
establecida necesita de vez en cuando. Historias de personas que no
se dieron por vencidas, y al final, a lo mejor no tan rápido o tan
bien como ellos pretendían, dando millones de vueltas y recibiendo
muchos portazos… pero al final, lo consiguen. Hacen realidad eso
con lo que siempre soñaron, y ese sueño fue crear un mundo mejor
para todos.
Me
gustaría poder afirmar, aquí y ahora, que voy a tener la fuerza
suficiente para seguir, seguir y seguir… por muchos “nos” que
me encuentre en mi camino. No estoy tan segura de ello. Pero lo que
sí intentaré, es afrontar todo con optimismo y trabajo, con todo el
que pueda. Sin eso, va a ser imposible. Y yo quiero hacerlo posible.
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